viernes, 24 de abril de 2009

día 3 o 4. hooooy... reportaje especial!



Esta primera semana la hemos dedicado, entre bocatines y flautas, a grabar las bases (bajo y batería). Ha sido una tarea dura, con momentos de tensión, adrenalina en las baquetas, lágrimas, risas, dudas... Conozcamos un poco más de cerca a los dos principales protagonistas de estos días, Mapache y Patas, esos chicos que dejaron atrás familia, novia, vacaciones, y camisetas limpias para encerrarse ocho horas diarias a sudar bien y dejarse taladrar por la claqueta asesina de Fino.




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El Mapache, conocido como Javi en ambientes familiares, o como Pitingo en ambientes algo más sórdidos, fue admitido instantáneamente en mamut tras remangarse la camiseta y dejarnos ver un mapache cósmico en un brazo (muslo de pollo espacial incluído), y un oso de peluche-batera robotizado con cara de loco en el otro. Desde entonces, su carrera como icono del pop-glam ha sido imparable: en el primer concierto de mamut lució pajarita rosa a juego con la batería; en el segundo, corbata a pecho palomo y pantalones pitillo blancos. Las adolescentes forran carpetas con sus fotos, los chicos quieren secretamente parecerse a él. ¿Cual es su secreto? Escupir la cocacola en cuanto se da cuenta de que no es light, y chupar objetos:
"Lo que más me gusta es chupar objetos", declaró el Mapache en una reciente entrevista, "y si son rosas, más"
A Miguel le llamamos El Patas porque no le gusta que le llamemos el Patas, y sin embargo, cualquiera aprecia de un primer vistazo que está hecho principalmente de eso, de patas. Se le admitió en Mamut porque toca el bajo con cara de orgasmo, y también porque confiamos en que algún fan incondicional le regale unas converse sin agujeros. Entre las extrañas costumbres del Patas está la de agarrarse como una lapa a cuanta mujer pasa a menos de dos metros de distancia. La sección femenina de Mamut, y demás chicas asociadas a la banda (la novia del Mapache, y la preocupada madre de Candela, por ejemplo), han solicitado en varias ocasiones protección oficial, sin obtenerla.
"Voy a tocarle el bajo a Fino", declaró recientemente el Patas. Vigilen, señoras y caballeros, nadie está a salvo.